domingo, 20 de septiembre de 2009

Domingo luz


Las marchitas horas de un dia de Domingo,
con terapia musical para los abalorios del alma,
dejando los númenes fluir a travez de la mirada estoica,
en versos sofista que expresan amores tercos,
como un martir aveces me entrego a la nada,
para satisfacerme como todos los demonios
con vacias soledades que llenan el espíritu,
espantando los carceleros de mi aura.
Mas alla de lo evidente estas vos mirandome siempre,
siempre aturdida por tus no y tus si, ahora mañana
te regalo estos vestigios de palabras que no estan,
pero serán por siempre alas que remontan vuelo,
en lugares lejanos donde perderé las secuelas de mi yo,
germinada estos mensajes me retiro a mi no espacio a visitarme.


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