domingo, 27 de septiembre de 2009

Manifiesto matutino


Con el sueño en las ojeras me adormece la mañana,
mariposas a mi espalda susurando me confunden con sus alas,
pienso en dejar de pensar sin resultado alguno. Sin otra tactica
mas que dejar que las flores marchitas se las lleve el rio,
cuando los claveles florezcan y las magnolia sonrian estare
escuchando mis memorias, las matrices imperfectas de mi cara
y una cicatriz austera, me explican que enamorar no se hace se nace
al igual que los suburbios de tus ojos como llagas en mi espalda.
La mímica de su sonrisa me devuelve a sueños que no tuve, sobre hadas,
princesas o personas voladoras, la experiencia de inviernos me enseñó
que no se mira se toca, ni respira a menos que se mire toque y respire,
porque asi debe ser y no como no es aunque sea.
Que gélidas las personas que me pasan como pájaros al costado,
para manifestar que la soledad viene en multitudes es malsana
a menos que sea total como dos melodias, tres ideas y un escrito
que te entre y te explique a sobrevivir a las facturas karmicas del solo hecho
de ser humano que no entiende ni explica las metaratas físicas de los ruiseñores.

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