Los miraba mirando el cielo,
nunca habian visto su color,
no podian creer el desfile de luces,
lo artificial los impactaba,
me dilataron las pupilas observando los vórtices de auras,
fueron tres minutos, tres minutos
con los ojos arriba, con la frente hacia las nubes,
la cabeza en la nada, la mirada marchita y tres petalos en cada ojera.
Jamas desde mis recuerdos olvidados los vi hacia alli,
ellos miraban los movimientos como si ángeles flotaran,
yo los miraba mirando el espectáculo de luz,
a diferencia de esa latencia me impresionó la luna sola
y no los colores en el aire, interesante vision de instante,
con mi anhelo en direccion a la tierra, con el suyo al cielo,
miraban los fuegos artificiales yo veia la magia de un instante.
Sempiterna ya la noche , no volvieron mas los ojos hacia arriba,
pero algo de esa energía de las estrellas quedo por siempre,
fulgurando en un espacio vacio de mi,
que me recuerda el día que todos miraron al cielo.
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