sábado, 24 de octubre de 2009

Mi cuarto


Por los adobes de mi piso

apoyo mis pies y los levanto,

un reflujo de hormonas me persigue

el tuétano,  la carne vil,

 el arco iris de mi pared en llanto,
lúgubre temor de pieza
el sonido de una luz me despabila
en tanto voy tanteando las arañas
de cada esquina de mi cuarto,
verde gris oscuros con tímpanos 
de acero se escucha la voz
de cada puerta y trapo.
Mis libros siempre se han leído,
así que son bastante sabios,
no es el caso de su dueño que apena los ha mirado, cada uno sonríe 
y esperan que me muera,
alguna noche como esta en cada una
de sus santas paginas
que decir de las persiana
que arpegio con mis manos,
o la viva silla que me tiene
siempre ahí sentado, detrás de la pantalla
detraes de cada tecla o delante de mi sombra
para olvidar mis manos,
la biblia en que no creo, las fotos de algún tiempo,
la guitarra acurrucada
y un montón de espectros 
que sacuden mis ideas
y escandalizan mis acorazados sueños,
la almohada que se esconde 
tras mi nuca para olvidar
su extraño brebaje a soledad
cuando yo parto.
Los dioses, los soles, lunas
y asteroides flotando,
-hay tantas cosas dando vueltas por mi cuarto-
vueltas de carnero o solo giros en charcos,
un rió cruza el piso
y un árbol esta a mi lado, 
los mundos que se encuentran 
son demasiado amplios,
los numenes se agolpan
en cada esquina de mi cuarto,
con caballos y serpientes o algún transeúnte de paso,
los misiles y avionetas están todas en mi cuarto
tu cuarto esta en mi cuarto y tambien los otros cuartos,
todo esta acá dentro, hasta los especulos o 
momias de algún ser del pasado,
la lluvia entera toda esta metida
en un ropero de mi cuarto,
también tengo las nubes y el cielo despejado,
esta el juez, el jucio, testigos y abogados,
culpables e inocentes todos en mi cuarto,
tengo al medico y al enfermo,
el problema y el resultado,
también están Jesús, el Papa y alguno que otro Diablo,
esta el ladrón,  el pobre y ricos educados,
el sabio el ignorante también esta en mi cuarto,
los cabellos, las moscas están todas,
centena de esqueletos y cultos del pasado,
la música, el tren, pinturas  y teatro, 
el tiempo y su guardián  también guardados
desde el Domingo hasta los sábados,
están también los meses y alguno que otro año, 
mi cuarto, mi cuarto de luna creciente
o mi cuarto de llantos,
encierra tanta gente, ¡tanto, 
tanto!, que esto seria eterno si sigo
describiendo mi eterno e infinito cuarto cuarto

No hay comentarios:

Publicar un comentario